El antiguo juego
de Lilah, o Serpientes y Flechas, que traza el mapa
de las subidas y bajadas del camino del alma hacia la reunión con
el Infinito.
Serpientes y Flechas
fue diseñado por videntes y santos de la India como una herramienta
para comprender la relación del yo individual con el Ser Absoluto.
Durante miles
de años las setenta y dos casillas de este tablero han permitido a
los jugadores trazar los caminos que representan el transcurso de
sus vidas.
Cada casilla representa
una virtud o un vicio, un aspecto de la conciencia o un plano de la
realidad y se acompaña de un comentario que explica su significado.
La caída de un
dado, que corresponde a las fuerzas del karma, dicta el progreso del
jugador sobre el tablero.
Los repetidos
encuentros con las serpientes y las flechas del tablero revelan significados
complejos y dan forma a patrones habituales del jugador, lo que resulta
en una mejor autocomprensión e incluso en un desapego gradual de los
engaños del ego.
El yoga de las
serpientes y las flechas ayuda al buscador a través de las fases y
pruebas de autodesarrollo, reflejando tanto los obstáculos del karma
como las recompensas de las revelaciones personales.
Realmente sólo
hay un juego en la vida y es el Lilah, el juego universal del autoconocimiento
y de las energías cósmicas.
¡Descubre el juego
de autoconocimiento!....
Hay dados, un
tablero y participantes, como cualquier juego de caja, pero no es
uno más.
Aquí cada casillero
representa un estado espiritual.
El desafío es
transitarlos y con esa información aprender a conocer mejor la propia
alma.
Su
origen: Es un juego Milenario Hindú del Conocimiento
de Sí Mismo, fruto de las tradiciones espirituales hindúes.
Originalmente
este juego se llamaba Gyan Chaupad (de Gyan, conocimiento y de Chaupad,
juego jugado con un dado), luego se lo conoció como Lilah.
Es un juego que
te permite hacer un viaje interior por tus estados de conciencia.
Es un mapa que
puede mostrar la geografía y estado de tu alma.
Cada casillero
tiene un nombre que te lleva a meditar sobre el concepto que hay en
el por tanto tiempo como permanezcas en ese casillero.
Este tablero está
cruzado por serpientes y flechas las que te pueden hacer descender
o subir a otros estados de consciencia.
El propósito de este
juego es ayudarte a obtener la habilidad para despegarte de tus identificaciones
y ver cómo puedes llegar a ser un mejor jugador de la vida.
Un vez que entras
en el juego (la vida), una vez que asumes tu identidad, tu personaje
(ego), pierdes de vista tu verdadera naturaleza.
Olvidas la esencia
de lo que es jugar el juego (vivir la vida).
Tus movimientos
son decididos por el Karma (el dado), es decir, tus acciones.
Se juega en forma
grupal con un tablero con setenta y dos (72) casilleros, donde cada
uno representa un plano espiritual.
Cada casillero
tiene un nombre que te lleva a meditar sobre el concepto que hay en
él por tanto tiempo como permanezcas en ese casillero.