|
|
|
|
Suelen funcionar como una suerte de banda flexible que se estira y se encoge. Si no existieran, la vida sería caótica. Y usarlos en exceso, también podría resultar poco sano. La cuestión está en aprender cómo colocar límites para lograr un equilibrio. El verdadero contacto sólo se da entre dos seres separados. Esta en una frase famosa de la Psicoterapia Gestalt. La misma, alude a la necesidad de límites entre un ser y otro para que puedan encontrarse.
De lo contrario, lo que se produce no es un contacto sano, sino un “pasticho” en el que ninguno de los integrantes sabe quién es quién.
Luego, en la cotidianidad, éstos son los que hacen entender a un grupo de personas dónde comienza algo y en qué lugar termina.
En primera persona
Previo a colocar límites en el exterior, parece importante colocarlos internamente. Daniel Sánchez (Psicologo) señala que las personas pueden ser autolimitantes, excediéndose en las barreras que se colocan; o extralimitantes, cuando no se colocan fronteras.
“La persona puede ir a tal velocidad y con tan poco cuidado que va desprendiéndose y desgastándose, a veces sin conciencia de ello”, señala.
El psicólogo consultado hace una analogía de este ejemplo con las personas que practican windsurf. “Si el viento fuera esta parte sabia que también está relacionada a nuestra naturaleza, y nosotros los que estamos sobre la tabla, es como que hay que ir escuchando y sintiendo, para poder hacerlos ajustes necesarios, de tal manera que podamos seguir fluyendo armoniosamente para navegar sin caernos al agua”, analiza.
“A veces nos desconectamos para no sentir”, apunta Sánchez.
Se tiene una idea preconcebida de que los límites resultan antipáticos o poco amorosos. Y no tiene por qué ser visto de esta manera. Colocarlos es sano.
Y que el otro con el que hay un vínculo los ponga, también puede ser provechoso para la relación.
“Cuando te colocan un límite, de una manera te están diciendo necesito otra cosa, quiero más, quiero diferente, quiero menos”, apunta.
“¿Cómo me siento ante este hecho?”, “¿Qué es lo importante para mí?”, ¿Qué deseo, qué necesito?”, por ejemplo.
Autor del texto:
|
|
ALMA GESTALT "El Arte de Crear la Vida que Anhelas"
|