Flores,
dedicatorias, bombones, postales, regalos de cualquier tipo...
Este domingo por diferentes motivos y en diferentes lugares del mundo
todo se tiñe de rojo pasión.
Puede que se te iluminen los ojos por el entusiasmo cuando escuchas
esto, o puede que se te pase por la cabeza cómo podrías hacer para descanonizar
(no existe la palabra como tal, pero para el caso nos valdrá) al señor
Valentín.
Eso sí, al margen de las tradiciones que pueda implicar esta celebración,
estoy segura de que, de una u otra forma, deseas hacer sentir especial
a tu pareja y sentirte también especial a su lado. Aaahhh… (suspiro)
el amor… (sonrisa).
Ya que tenemos San Valentín a la vuelta de la esquina, si me lo permites
voy a aprovechar este boletín para pedirte que te enamores. Y que te
dejes enamorar.
Porque como ya sabes el amor puede enseñarte más de lo que te imaginas
sobre ti mismo.
El amor no es una cuestión de pareja
Pero no solo estoy hablando de tu chica/o. Sería una pena que redujésemos
eso del amor tan solo al mundo de la pareja.
Todos deseamos que nos hagan sentir únicos y especiales, en cualquier
lugar, en cualquier momento.
Nos encanta que nos traten bien cuando vamos a comprar el pan, o a cenar
a un restaurante, cuando vamos a la biblioteca a buscar un libro o cuando
nos hospedamos en un hotel.
De hecho, volvemos a muchos de esos lugares, y no a otros, porque han
sido agradables con nosotros, porque no nos han hecho sentir como uno
más, porque se han preocupado por aquello que podríamos necesitar.
Y
lo mismo ocurre con todo lo que te rodea, hijos, clientes, publico,
etc.
Cómo concibes esa relación?
¿Dirías que tratas continuamente de enamorarlos, o tal vez no les prestas
la misma atención que le prestarías a un amigo o a tu novia?
Como puedes imaginar, aquello que funciona y que afianza y hace crecer
la relación con tus seres más allegados también tiene el mismo efecto
en tu público.
A qué me
refiero con cuidarme?
- No someterme a
riesgos innecesarios.
- Muchas veces entiendo que sin darnos cuenta en las relaciones metemos
nuestra cabeza dentro de la boca de un león y pretendemos salir sin
ser mordidos.
- Descansar el tiempo que necesito.
- Tener mis chequeos al día o ir al médico si lo preciso.
A qué me
refiero con respetarme?
- Reconocer lo que
valgo y poder elegir con quien estar y con quien no deseo estar.
- No someterme a estar con gente que me maltrata o que no me tiene en
cuenta o que no me elige.
- Honrar mis ideas y mi forma especial de hacer las cosas. Conocer qué
es lo que me apasiona y hacerlo.
Sentir confianza en mí misma y apostar a que yo puedo. Ser yo misma.
A qué me
refiero con escucharme?
- Darme cuenta qué
es lo que preciso.
- Reconocer lo que necesita mi cuerpo y dárselo.
- Poder distinguir entre mis voces internas, la voz de mi sabiduría
y la de mi intuición y hacerlas valer.
- Elegirme frente a los requerimientos de los demás.
A qué me
refiero con aceptarme?
- Quererme como
soy, tenerme paciencia con mi proceso, acompañarme siendo mi mejor amiga
los 365 dias las 24 hs.
A qué me
refiero con amarme?
Y aquí aunque todos
entendemos que es amar a otras personas, realmente son muy pocas las
que pueden aplicarlo a si mismas.
Cuando amas a otro qué haces?
Le dedicas tiempo,
le das los gustos, lo tratas bien, lo respetas, lo cuidas, lo buscas,
pasas tiempo con la otra persona a solas, buscas tener intimidad con
ella, le haces regalos, te gusta sorprenderlo, le preguntas lo que necesita,
lo eliges, te enfocas en sus cosas positivas....
Bueno amarse a si mismo, desde mi punto de vista, sería poder hacer
todo esto con uno mismo. Te animas?
Querido viajero cósmico: dijo Oscar Wilde que amarse a uno mismo es
el comienzo de un romance eterno y yo te pregunto:
Estarías dispuesto a enamorarte de ti mismo con todo lo que eso implica?